Este espectáculo taurino consiste en el toreo, por parte de aficionados, de varios bóvidos de muy corta edad (entre 1 y 2 años). Ellos, los becerros, apenas crías aún, se convierten así en las víctimas de una práctica de extrema crueldad.
El animal sufrirá una lenta y larga agonía a manos de sus verdugos, que le someterán a una tortura sistemática. En primer lugar, será aguijoneado con punzantes banderillas, clavadas en cualquier parte de su pequeño cuerpo, que le provocarán profundas y lacerantes heridas con graves pérdidas de sangre asociadas.
El becerro, desamparado, emite desgarradores mugidos de dolor y trata desesperadamente de huir de su tormento.
Seguidamente, el animal, aterrado y exhausto, es atravesado por una espada de 80cm de longitud que desgarra músculos y tejidos y alcanza los órganos internos. En muchos casos, la torpeza de sus torturadores deriva en varios intentos fallidos, de forma que la espada es introducida parcialmente y extraída de nuevo en más de una ocasión hasta lograr insertarla por completo, hasta la empuñadura en el cuerpo del pobre animal, que experimenta un sufrimiento indescriptible.
Finalmente, desgarrado y con graves lesiones internas, el becerro cae al suelo donde un matarife intentará poner fin a su vida perforando su encéfalo con una daga, pero, una vez más, lo habitual es que se yerre la trayectoria de la puntilla y esta sea clavada repetidamente hasta en más de diez ocasiones. Después de esta carnicería, en muchos casos, el animal aún sigue vivo y consciente y habrá de sentir como le son seccionados orejas y rabo con un cuchillo para entregárselos como trofeo a su asesino.
Enlaces de interés:
https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=WGUf6QCwdok
https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=OZnhPF8y1Gs
https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=pPsdR5WMBwo
https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=BEDCd9S1UGA